sábado, 12 de abril de 2025

Los procesos cerebrales durante un conflicto

Los procesos cerebrales durante un conflicto, son complejos y pueden variar según la naturaleza del mismo y las personas involucradas. Sin embargo, hay ciertos aspectos comunes en la forma en que el cerebro responde a situaciones conflictivas. Entre los procesos cerebrales involucrados, nos podemos encontrar los siguientes:

1. Activación del sistema de alerta: Cuando una persona se encuentra ante una situación de conflicto, el cerebro activa el sistema de alerta, el cual, involucra la liberación de hormonas del estrés, como el cortisol y la adrenalina. Este proceso prepara al cuerpo para lidiar con la amenaza percibida.

2. Participación de la amígdala: La amígdala es una de las partes más profundas del cerebro, y es la que se encarga de detectar y evaluar la amenaza, así como procesar distintas respuestas emocionales, como el miedo, y emociones de carga negativa como la ira o la ansiedad.

3. Activación de la corteza prefrontal: La corteza prefrontal, es una parte del lóbulo frontal, que está situada delante de la denominada corteza premotora, e incluye regiones de la parte medial del hemisferio, como de la parte latera. Contiene las siguientes regiones: corteza orbitofrontal (COF), corteza cingulada anterior (CCA) y la corteza prefrontal ventromedial (CPFvm). Dicha corteza, está involucrada en el pensamiento, la toma de decisiones y la regulación emocional. Además, desempeña el papel de ayudar a evaluar la situación, a considerar las consecuencias de las acciones, y a tomar decisiones racionales en medio de un conflicto.

4. Sistema de respuesta de lucha o huída: es una respuesta fisiológica ante la percepción de

daño, ataque o amenaza a la supervivencia. El cerebro activa el sistema de respuesta de lucha o huida, e impulsa a la persona a decidir si debe enfrentar la situación de conflicto o huir de ella. Este proceso, involucra una rápida toma de decisiones basada en la evaluación de la amenaza y la capacidad percibida para manejarla.

5. Empatía y emoción social: la empatía es una habilidad compleja que implica la capacidad de sentir y comprender las emociones y perspectivas de los demás, lo que nos permite responder de manera adecuada a sus necesidades emocionales. Todo ello puede influir en la forma en que las personas responden al conflicto, permitiéndoles entender mejor los sentimientos y perspectivas de los demás.

6. Regulación emocional: es la capacidad que tenemos para poder entender y saber cómo expresar las emociones de manera adecuada en determinadas ocasiones para poder lograr un determinado objetivo. Ante un conflicto, la corteza prefrontal juega un papel crucial, puesto que es la encargada de ayudar a las personas a controlar sus reacciones emocionales y a tomar decisiones basadas en la lógica y el razonamiento en lugar de las emociones intensas.

Fuente: Molina Cañizares, Ester. (2024). Implicaciones de la neurociencia y la neuroeducación en el proceso de resolución de conflictos en el aula. En: Perspectivas de la neuropedagogía. Pp. 410.

viernes, 4 de abril de 2025

¿Cuáles son las habilidades socioemocionales y cómo se definen?

 A partir de literatura, investigaciones y el propósito que se busca en el Currículo Nacional, se han definido 13 habilidades socioemocionales las cuales se interrelacionan para contribuir al desarrollo integral y al bienestar del estudiante:

- Autoconcepto: Es reconocer las propias características y fortalezas (físicas, intelectuales, emocionales y sociales) de acuerdo a las diferentes dimensiones de la identidad y los distintos roles que cumple la persona. Se nutre de dos fuentes: la propia experiencia y la información o feedback que recibe del entorno social (Smith y Mackie, 2007 citado por Banco Mundial, 2016).

- Autocuidado: Es incorporar conductas y hábitos saludables a la vida diaria. Es una forma de reconectar con uno mismo, lo cual favorece el bienestar emocional, físico y mental, así como el alejarse de situaciones de riesgo. (MINEDU, 2021; UNICEF, 2017; Tobón, 2015; Escobar et al., 2011; MINED, 2021).

- Autoestima: Es la valoración de las propias características y fortalezas que nos atribuimos. Desarrollar esta habilidad implica el desarrollo de la autoaceptación y de la autoexpresión. La autoaceptación es aceptar nuestras características en los distintos aspectos (físicos, intelectuales, emocionales, sociales y nuestros valores personales) sin que estos nos genere inseguridad. La autoexpresión es manifestar, sin vergüenza o temor, las ideas que tenemos sobre nosotras/os mismas/os (GRADE, 2018; OCDE, 2015; UNICEF, 2019; Bisquerra y Mateo, 2019)

- Comportamiento prosocial: Es realizar acciones en beneficio de las/os demás, sin que nos lo soliciten, que contribuyan al bien común o que tengan consecuencias sociales positivas (CASEL, 2015, citado por Banco Mundial, 2016; PNUD, 2016; Banco de desarrollo de Latinoamérica, 2016; SEP, 2017).

- Comunicación asertiva: Es poder expresar lo que uno siente o piensa sin agredir a la otra persona y defendiendo sus puntos de vista. Se trata de una expresión fluida, segura y respetuosa, aun cuando esto implique decir que no (SEP, 2017; OCDE, 2015; OMS, 1998; Tupes y Christal, 1961).

- Conciencia emocional: Es el reconocimiento de las propias emociones, darles nombre (vocabulario emocional), comprender las emociones de los demás y tomar conciencia de la interacción entre emoción, cognición y comportamiento, así como su influencia (Bisquerra, 2009; Bisquerra y Mateo, 2019: Megías y Llano, 2019; SEP, 2017).

- Conciencia social: Es la comprensión de las perspectivas de personas que provienen de nuestro entorno u otros contextos, culturas u orígenes para establecer relaciones saludables y actuar motivadas/os por el bien común (CASEL, 2015, citado por Banco Mundial, 2016; PNUD, 2018; UNICEF, 2019).

- Empatía: Es reconocer y comprender las necesidades y puntos de vista de otras personas, aunque sean contrarios a los propios (empatía cognitiva), así como comprender sus emociones, sin juzgarlo y sentirlo en uno mismo, lo que motiva al deseo por ayudar (disposición empática) (SEP, 2017; UNICEF, 2021; National Research Council, 2012).

- Creatividad: Es poder mirar las cosas de manera diferente y producir ideas, técnicas y perspectivas tanto novedosas como apropiadas y útiles, ya sea que se desarrolle de forma individual o colaborativa y adaptado a las restricciones de la tarea (Sternberg y Lubart, 1999, citado por Banco Mundial, 2016; Tupes y Christal, 1961; National Research Council, 2012; UNICEF, 2021).

- Regulación emocional: Es gestionar las emociones propias para generar mayor bienestar, o enfrentar situaciones de forma pacífica y evitar el daño físico y emocional a uno mismo y a los demás. Se trata de gestionar las emociones y validarlas, sin suprimir o evitar ninguna de ellas, haciendo uso de los recursos y herramientas para regular su intensidad y su duración para no convertirlas en conductas no saludables (SEP, 2017; Bisquerra y Mateo, 2019; The Boston Consulting Group, 2016; OCDE, 2015).

- Resolución de conflictos: Es identificar y afrontar adaptativamente los conflictos o el problema, tomando acción para encontrar una solución. Surge de la eventual oposición entre puntos de vista e intereses. Para ello, se deben analizar los recursos y limitaciones que se tiene para afrontar esa oposición, buscando una solución que sea satisfactoria para ambas partes. La negociación y mediación son vitales para una resolución pacífica del conflicto (Bisquerra y Mateo, 2019; UNICEF, 2019; National Research Council, 2012; SEP, 2017).

- Toma de decisiones responsables: Es desarrollar mecanismos personales (evaluación de riesgos potenciales y consecuencias, regulación emocional y juicio objetivo de la realidad, entre otros) para tomar decisiones eficientes en situaciones personales, familiares, académicas, profesionales, sociales y de tiempo libre, que acontecen en la vida diaria. Supone asumir la responsabilidad por las propias decisiones, tomando en consideración aspectos éticos, sociales y de seguridad (CASEL, 2015, citado por Banco Mundial, 2016; UNICEF, 2019; National Research Council, 2012; OMS, 1993).

- Trabajo en equipo: Supone la colaboración eficaz, equitativa e interdependiente de una serie de personas, que pueden tener características muy diferentes, y que combinan sus recursos personales y se esfuerzan para llevar a cabo una meta común (CASEL, 2015, citado por Banco Mundial, 2016; National Research Council, 2012; Banco de desarrollo de Latinoamérica, 2016).

 

Fuente: Ministerio de Educación. (2021). Desarrollo de las habilidades socioemocionales en el marco de la Tutoría y Orientación Educativa.

Educación Sexual Integral

 Definición de Educación Sexual Integral

De acuerdo con el Currículo Nacional de Educación Básica, la Educación Sexual Integral es el espacio sistemático de enseñanza y aprendizaje que promueve valores, conocimientos, actitudes y habilidades para la toma de decisiones conscientes y críticas con relación al cuidado del propio cuerpo, las relaciones interpersonales, el ejercicio de la sexualidad. La ESI toma en cuenta las particularidades de cada etapa de desarrollo y considera las dimensiones biológica-reproductiva, socioafectiva, ética y moral.

 

Objetivos de la educación sexual integral

Los objetivos de la Educación Sexual Integral, entendida como un proceso formativo, son:

a) Contribuir al bienestar y desarrollo integral de las y los estudiantes mediante el desarrollo socioafectivo, el pensamiento crítico, el establecimiento de relaciones afectivas igualitarias, armoniosas y libres de violencia, el comportamiento ético, el cuidado del otro y el autocuidado, todo ello vinculado a la sexualidad.

b) Fortalecer la convivencia democrática, intercultural, igualitaria e inclusiva, libre de toda discriminación, exclusión y violencia que pueda afectar el libre desarrollo de la identidad y el ejercicio pleno de la sexualidad, con especial énfasis en la protección de las y los estudiantes.

c) Contribuir a la prevención de diversas problemáticas vinculadas a la vivencia de la sexualidad.

 

Características de la educación sexual integral

La ESI se caracteriza por ser integral, sistemática, progresiva, científica y participativa.

- Es formativa porque fomenta una serie de competencias y capacidades vinculadas al fortalecimiento de la identidad de las y los estudiantes y al desarrollo de habilidades socioemocionales, pensamiento crítico, autonomía, establecimiento de relaciones afectivas e interpersonales armoniosas y equitativas, y comportamiento basado en principios éticos y derechos humanos.

- Es preventiva porque permite desarrollar en las y los estudiantes capacidades para la identificación de situaciones de riesgo que puedan afectar su bienestar y/o vulnerar sus derechos sexuales, y la práctica de conductas de autocuidado en relación con su bienestar. Estas acciones deben incluir el trabajo articulado con otros sectores con énfasis en la derivación a servicios de salud sexual y reproductiva, así como de prevención y atención de la violencia.

- Es promocional porque promueve la participación e involucramiento activo y empoderamiento de los diferentes actores de la comunidad educativa, como estudiantes, familias, padres, madres, apoderados, tutores, docentes, directivos, auxiliares, promotores, especialistas del bienestar, líderes y sabios locales, entre otros.

- Es integral porque aborda, según la etapa de desarrollo, las diferentes dimensiones de la sexualidad (biológica, socioafectiva, espiritual, política, legal, histórica, ética y cultural) desde la articulación de los enfoques transversales, con atención al de igualdad de género, derechos humanos, interculturalidad y de inclusión con la finalidad de promover el bienestar de las y los estudiantes.

- Es sistemática porque se fundamenta tanto en los principios de la Ley General de Educación, así como en los enfoques transversales, competencias y capacidades del CNEB, el cual es culturalmente relevante y adecuado a las necesidades nacionales.

- Es progresiva porque la ESI se centra en la persona y su relación con los demás, contextualizándose de acuerdo a las necesidades de orientación que aparecen en las diferentes etapas del desarrollo humano. Por ello, es importante abordar la ESI durante la trayectoria de vida de las y los estudiantes ya que favorece el apego, el reconocimiento, la valoración y cuidado de sí mismo como el del otro; la comprensión de la amistad y el enamoramiento, la expresión asertiva y empática de los afectos. También, promueve las relaciones interpersonales, igualitarias y democráticas, libres de discriminación y violencia, y el autocuidado y prevención de riesgos, como embarazos tempranos, violencia sexual, uniones tempranas, ITS, etc.

- Es científica porque se sustenta en la evidencia de las ciencias de la salud, psicológica, sociológica, antropológica, biológica, entre otras, y se actualiza periódicamente buscando promover el pensamiento crítico, a partir de la evidencia, orientaciones y estándares internacionales.

 

Componentes de la educación sexual integral

Para alcanzar los objetivos propuestos, se plantean cuatro componentes básicos que debe incluir la ESI en las instituciones educativas y los programas educativos de educación básica, tanto públicos como privados, en sus diversas modalidades, niveles, ciclos y modelos de servicios educativos, los cuales son: (i) identidad y corporalidad, (ii) autonomía y autocuidado, (iii) pensamiento crítico y comportamiento ético, y (iv) afectividad y relaciones interpersonales.

Por ello, la implementación en las instituciones educativas y los programas educativos deben incluir estos cuatro componentes, de este modo, se fortalecen sus competencias y se promueve el involucramiento de los diferentes miembros de la comunidad educativa.

A continuación, se describe cada componente:

- Identidad y corporalidad: Implica reconocer, comprender y valorar el cuerpo, así como desarrollar una imagen corporal positiva, que aportan a la construcción de la identidad de las y los estudiantes. Asimismo, este componente busca fortalecer la construcción de las distintas identidades que lo definen (histórica, étnica, social, sexual, cultural, de género, ambiental, entre otras), reconociendo y valorando aquellos aspectos que lo hacen único.

- Autonomía y autocuidado: Implica promover la toma de decisiones conscientes, responsables y progresivas, de acuerdo a la etapa de desarrollo y madurez de las y los estudiantes y el respeto al consentimiento. Esta toma de decisiones comprende la práctica de conductas de autocuidado de la salud.

- Pensamiento crítico y comportamiento ético: Engloba analizar situaciones vinculadas a la vivencia de la sexualidad, incluyendo sus propias acciones, para tomar una posición argumentada y basada en principios éticos y derechos humanos que aporten al ejercicio de la ciudadanía. Se promueve el cuestionamiento de aquellos mitos sobre sexualidad, estereotipos de género y conductas sexistas que son transmitidos por la cultura, generando violencia de género y el análisis de situaciones actuales de inequidad y vulneración de derechos humanos y derechos sexuales, como feminicidios, violencia en la relación de pareja, embarazo adolescente, uniones y paternidades y maternidades a temprana edad, explotación sexual, acoso sexual en espacios públicos, violencia en entornos virtuales, violencia sexual, acoso cibernético o grooming (engaño a través de las redes), entre otras. Dichos contenidos serán abordados de manera oportuna y pertinente, de acuerdo a la etapa de desarrollo de las y los estudiantes.

- Afectividad y relaciones interpersonales: Implica la capacidad de establecer vínculos afectivos armoniosos a lo largo de la vida (apego, amistad, enamoramiento), de estereotipos y situaciones de violencia. También, permite la identificación, reconocimiento y manifestación de las emociones, la expresión asertiva de los afectos y el establecimiento de relaciones interpersonales basadas en la valoración de la diversidad, el cuidado del otro y el diálogo desde un marco de derechos humanos. Este componente tiene un impacto positivo tanto en la convivencia escolar, como en los diferentes espacios donde interactúan las y los estudiantes.

 

Fuente: Ministerio de Educación. (2021). Resolución Viceministerial N° 169-2021-MINEDU que aprueba los “Lineamientos de Educación Sexual Integral para la Educación Básica”.

Glosario de términos: "Lineamientos de TOE para la Educación Básica"

1. Acompañar: “Es la acción respetuosa que realiza el adulto en los momentos de cuidado, actividad autónoma y de juego, en la que otorga al niño o niña un ambiente facilitador donde pueda conocer, explorar y jugar con diferentes tipos de materiales de manera segura y espontánea. Es responder a las necesidades afectivas, emocionales y físicas de los niños con acciones, palabras y gestos que lo hagan sentir protegido y contenido.” (Resolución Ministerial N° 159-2017-MINEDU, 2017). 

2. Bienestar de la persona: “Se entiende como la realización plena del ser humano y está directamente relacionada con la felicidad. Supone fomentar la autonomía, que debe ser el eje articulador de los procesos que desarrollan las distintas dimensiones que definen a la persona.” (Resolución Ministerial N° 159-2017-MINEDU, 2017).

3. Competencias parentales. “Es el conjunto de responsabilidades, derechos y deberes que permiten a la familia afrontar de forma flexible y adaptativa la tarea de cuidar y educar a las niñas, niños o adolescentes, de acuerdo con sus necesidades de desarrollo y aprendizaje.” (Decreto Legislativo N°1297, 2016).

4. Convivencia escolar. “Es el conjunto de relaciones interpersonales que dan forma a una comunidad educativa. Es una construcción colectiva y cotidiana, cuya responsabilidad es compartida por todos y todas. La convivencia escolar democrática está determinada por el respeto a los derechos humanos, a las diferencias de cada respeto a los derechos humanos, a las diferencias de cada persona, y a una coexistencia pacífica que promueva el desarrollo integral de los y las estudiantes.” (Decreto Supremo N° 004-2018-MINEDU, 2018).

5. Cultura inclusiva. Son patrones de significados transmitidos por los miembros de la comunidad educativa que valora la diversidad y se muestra acogedora, segura, que colabora y estimula la participación de todas y todos. En este sentido, significa respetar y valorar las diferencias y; atender sus necesidades educativas, rechazando toda forma de discriminación.

6. Desarrollo socioafectivo. Son los cambios por el cual el estudiante toma conciencia de sí mismo, gestiona sus emociones, demuestra empatía, toma decisiones responsables y se relaciona con los demás de manera positiva y satisfactoria, contribuyendo con su bienestar y formación integral. (Megías y Llanos, 2019).

7. Desarrollo cognitivo. “Son los cambios en las habilidades y el funcionamiento cognitivo (pensamiento, representaciones mentales, razonamiento) que ocurren a medida que un individuo crece. Estos cambios se dan por efecto de la maduración y la interacción con el medio que lo rodea. Este desarrollo es una consecuencia de la voluntad de las personas por entender la realidad y desempeñarse en sociedad, por lo que está vinculado con la capacidad natural que tienen los seres humanos para adaptarse e integrarse a su ambiente.” (Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, 2016).

8. Factores protectores. Son aquellas condiciones que son favorables para la formación integral y bienestar de los estudiantes y evitan situaciones de desprotección (Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, 2017).

9. Factores de riesgo. Son aquellas condiciones o situaciones que exponen a los estudiantes a una situación de desprotección (Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, 2017).

10. Participación estudiantil. Es un derecho que se ejerce en acción de una intervención activa del estudiante en situaciones o asuntos públicos que lo involucren como ciudadanos y contribuyan en la construcción del bienestar general que implica el derecho a ser informado, emitir opinión, ser escuchado, organizarse e incidir en los espacios de toma de decisiones. La participación estudiantil es fortalecida por el sentido de pertenencia y se enmarca en los derechos humanos garantizados por la Convención sobre los Derechos del Niño y es promovida a todo nivel de la institución educativa. Por ello, la institución educativa y el tutor facilitan la participación estudiantil efectiva por medio de diversas organizaciones bajo los principios democráticos de organización institucional a fin de generar cambios positivos que mejoren su realidad.

11. Vínculo afectivo. Es la relación que provee confianza, seguridad, protección y respuestas pertinentes a las necesidades e intereses de los estudiantes y que permitan interacciones con el entorno para desarrollar su autonomía (Bowlby, 1989 y Palacio Espasa, 2006, en Ministerio de Economía y Finanza, 2019).

Fuente: Ministerio de Educación. (2020). Resolución Viceministerial N° 212-2020-MINEDU que aprueba los “Lineamientos de Tutoría y Orientación Educativa para la Educación Básica”.

Ficha Personal del Estudiante

 Modelo de Ficha Personal del Estudiante

 

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Fuente: Ministerio de Educación del Perú – MINEDU (2022). Orientaciones para el acompañamiento socioafectivo a estudiantes de instituciones educativas de educación secundaria desde la tutoría. Lima: Perú.

Ficha de Derivación de Casos

 Modelo de Ficha de Derivación de Casos

 

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Fuente: Ministerio de Educación del Perú – MINEDU (2022). Orientaciones para el acompañamiento socioafectivo a estudiantes de instituciones educativas de educación secundaria desde la tutoría. Lima: Perú.